viernes, 28 de marzo de 2014

Ciencia Ficción: Las Semillas de la Herejía ( Volumen I de la Herejía de Horus)



       Pues por fin pude terminarme el primer volumen de está titánica saga, donde creo que van por el veintiuno o algo así. La verdad es que me ha costado acabarlo. Cosa de dos meses o así. Mucho tiempo.
 
     La trama es sobradamente conocida, así que me voy a centrarme en mis sensaciones. Me ha costado terminarlo. Y es que el rumbo que sigue el libro en cuanto menos errático, dando tumbos de un escenario a otro ( campañas de conquistas en el conjunto de la Gran Cruzada), donde no llegas a conocer mínimamente los planetas conquistados ni a las razas sometidas ( como los arácnidos - o algo así- del planeta Muerte). Cuando leo un libro de ciencia ficción me gusta precisamente eso. La profundidad en el planteamiento de nuevas civilizaciones o razas (La Paja en el Ojo de Dios),  es algo de lo que adolece esta obra. Sólo los interaxianos son tratados con algo más de detalle, por cuanto son quienes parece serán, indirectamente, los causantes de la Caída en el Caos.

    Y así con los personajes. Horus gravita en el obra como el sacrosanto señor de la guerra, eje de la novela,  pero pronuncia las palabras justas y necesarias, no más; interviene lo mínimo; no nos despeja restos de su pasado ni su relación con su padre, el Emperador, salvo frases dispersas. Yo por lo menos esperaba empezar a conocer a Horus en esta novela, cosa que por lo que véis, no he hecho. Loken es el incorruptible capitán, y de los restantes integrantes del Mournival ya ni me acuerdo de sus nombres ( salvo el Pequeño Horus, y Abbadon); y qué decir de iteradores y rememoradores de la Cruzada; las partes más soporíferas y cansinas del libro sin duda. Una caterva de inútiles que te hacen sufrir lo indecible.  Un consejo:  introduce un marcapáginas en uno de sus capítulos; y si no eres capaz de conciliar el sueño una agitada noche, acude entonces. Caerás fulminado.


               


   Por tanto, trescientas y pico páginas que se podían haber resumido en bastantes menos; a pesar de ello, he logrado terminarlo, cosa que no hago cuando un libro no me gusta. Y Dan Abnett es un autor que descubrí en la Trilogía de Eisenhorn (  que os recomiendo encarecidamente), obra que  encarna a la perfección la imagen del warhammer 40k, pero aquí parece que impelido por los directivos de la GW, trata de contar lo menos posible en la novela, con objeto de alargar esta saga a un número de volúmenes hasta el infinito. Por supuesto, su tía se los va a leer. Daremos una oportunidad al segundo volumen en un futuro próximo, y ya veremos. Tengo la impresión de que en cada libro sólo te cuentan una pequeña parte de la Herejía, que no va a ocurrir nada a lo largo del mismo mínimamente importante. Espero que podáis aclararme esto, y de no ser así, tomaría con más ilusión los siguientes volúmenes.

   A pesar de todo, si disfrutas con las novelas del Warhammer 40k, seguro que esta te gustará. Sino, te recomiendo que optes por otro libro y explores nuevos autores u obras. Es lo que voy a hacer yo sin dudarlo.

    Espero poder completar esta entrada con tus opiniones. !Saludos y hasta pronto¡
       
 

 

2 comentarios:

  1. Es que te lees unos truños...

    Personalmente ya sabes que de 40K solo he sido capaz de leer Ravenor y los Fantasmas de Gaunt. La primera me pareció pasable y de la segunda (de la que he leído todos los libros) soy un fan absoluto desde hace años.

    Pero en general el trasfondo de WH40K me parece flojo desde el punto de vista de un aficionado a la ciencia ficción desde hace más de 25 años y los autores bastante mediocres. Dan Abnett se salva en Gaunt, para mi gusto, pero los demás son unos indocumentados. Con todo lo que tengo pendiente para leer desde que nació mi hija (incluyendo varios premios Hugo y Nebula de los últimos años) jamás se me ocurriría meterme en los veintitantos volúmenes de la herejía de Horus. Vaya pastiche.

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  2. Algún día me leeré lo de Eisenhorn. Del resto, creo que paso.

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